Brecha de Género en Ciencia, Tecnología e Innovación
Nadac Reales
Biotécnologa
Fundadora y Cio de Rudanac Biotec
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La participación de las mujeres en el ámbito educativo y en la fuerza laboral ha aumentado, de manera gradual, durante las últimas décadas (BID, 2006; Banco Mundial, 2012), aunque este proceso no se ha extendido de la misma forma a áreas como la ciencia, tecnología e innovación (CTI).
Se han realizado esfuerzos para promover el desarrollo profesional de las mujeres en CTI, tales como: políticas de educación para promover las disciplinas de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM); programas de apoyo a mujeres científicas; y políticas de igualdad de género en los sistemas nacionales de investigación, pero eso no es suficiente.
En la actulidad, aún existe una “brecha de género” que obstaculiza una mayor integración, reconocimiento y avance para ellas. El Foro Económico Mundial (WEF, 2017) estima que en la actualidad en America Latina y el Caribe (ALC) existe una “brecha de género” del orden de 30%, un nivel similar al de Europa del Este y Asia Central (29%) y también al de Canadá / Estados Unidos (28%), pero mayor al de Europa Occidental (25%).
Esta “brecha de género” se inicia en la época escolar. Las niñas y adolescentes se alejan progresivamente del estudio vinculado a las áreas de ciencia y tecnología por múltiples causas, entre ellas, se incluyen las presiones familiares, los estereotipos de género y expectativas e invisibilización de las mujeres en carreras STEM. Debido a lo anterior, se hace fundamental incrementar el interés de los estudiantes (especialmente mujeres) en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, utilizando metodologías de enseñanza-aprendizaje que sean dinámicas, lúdicas y les generen interés para así acercar a sus vidas este tipo de conocimiento.
Otro de los tropiezos existentes en la trayectoria de la investigación particular es el financiamiento, el que es escaso o muy difícil de adquirir. Tal situación genera que la investigación se realice solamente en universidades o centros de investigación, provocando un claro impedimento para las mujeres que han optado por este camino, disuadiendo así la generación de nuevas Start-Up.
Es de vital importancia dar mayor valor a aquellas mujeres STEM que han marcado un precedente en la historia, mujeres que en la actualidad han sido reconocidas -nacional e internacionalmente- por sus trabajos de investigación, desarrollo e innovación. Sus testimonios e historias se pueden transformar en un gran referente para las nuevas generaciones.
Algunas claves para motivar a niñas y adolescentes y despertar en ellas el interés por carreras STEM, están dadas por: las buenas prácticas pedagógicas que permitan acercarlas a la ciencia, de forma amigable y entretenida; el conocimiento y visibilización de mujeres, que a nivel nacional e internacional, han sido referentes en estas áreas; y contar con un programa de financiamiento especial y/o específico para mujeres en ciencias, que permitan a aquellas, que han optado por aventurarse en estas áreas, realizar y dar continuidad a sus investigaciones.
Tengo la certeza que estas acciones ayudarían a disminuir la “brecha de género” de manera considerable y que, si bien históricamente ha existido, se hace más notoria en la ciencia, investigación y tecnología.