En un contexto donde el cambio climático y los eventos extremos están afectando gravemente los ecosistemas, muchas especies nativas están en riesgo. Los incendios forestales, por ejemplo, destruyeron cerca de 400.000 hectáreas de bosque durante la temporada 2022-2023, de las cuales un 15% eran de bosque nativo. Esta pérdida no solo impacta a los árboles, sino también a especies esenciales del sotobosque, como las orquídeas nativas, que cumplen un rol importante en la salud del ecosistema.