Por María Cecilia Hidalgo
Presidenta Academia Chilena de Ciencias
Junio 2023
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En su reciente cuenta pública, el Presidente de la República, Gabriel Boric, dedicó importantes párrafos a destacar la relevancia de la ciencia para el futuro del país. Entre otros temas, destacó la necesidad de aumentar el presupuesto para la investigación científica y el desarrollo, señalando que esto se haría a través de dos cauces: por un lado, empujado en todo Chile por nuestras universidades regionales -la gran mayoría estatales -; y por otro, impulsado por aquellas universidades que hoy generan conocimientos que mueven la frontera de lo posible y nos acercan al futuro.
Este último punto implica el destino de fondos que se conoce como ciencia básica, sin la cual las tecnologías de punta y la innovación no podrían avanzar. Aunque el conocimiento generado por la ciencia básica no soluciona, en general, problemas de forma inmediata, si proporciona los cimientos sobre los cuales es posible levantar el edificio del conocimiento. Por citar un ejemplo: la ciencia básica se centra en comprender y descifrar cómo funcionan las células, y luego la medicina se encarga de utilizar este conocimiento para sanar enfermedades y enfrentar desafíos como la epidemia de obesidad y el envejecimiento acelerado de nuestra población.
Por ello, es importante destacar que, si bien la urgencia por resolver necesidades a través de la utilización práctica del saber científico puede llevar a concentrar los recursos financieros en este aspecto, sería un gran error desviar los que apoyan a la ciencia básica. Sin ella, no es posible generar el conocimiento que requiere nuestro país en ámbitos tan diversos como el cambio climático, la protección de la biodiversidad y el desarrollo industrial compatible con el medio ambiente, entre muchos otros.
Esta realidad debe ser tomada en cuenta en un país que presenta una situación peculiar por la calidad de su ciencia en relación con la inversión que recibe. Tal es así, que la cantidad de citas que genera la ciencia chilena en las publicaciones reconocidas internacionalmente la ubica en el primer lugar de Latinoamérica y bastante cerca del promedio de los países de la OCDE. Esto, pese a que la inversión de Chile en ciencia lo sitúa en antepenúltimo lugar de los Estados miembros de esta organización.
Uno de los tantos ejemplos que confirman la calidad de nuestra ciencia fue el premio Franz Edelman que otorgó The Institute for Operations Research and the Management Sciences (INFORMS) al Gobierno de Chile, por las decisiones y logros en la respuesta del país frente a la pandemia. Los cálculos que se han hecho sobre el impacto de esta gestión indican que evitó al país unas 2.800 muertes y significó un ahorro superior a los 200 millones de dólares.
Quiero insistir en que la calidad de nuestra ciencia supera con creces los fondos que se destinan a ella, que no son suficientes para financiar el potencial que tenemos, lo que implica una gran pérdida de talento. Un número significativo de los proyectos que se presentan a los concursos de ANID no son aprobados, pese a la excelente calificación de la ciencia propuesta. Por lo tanto, para apoyar a la ciencia nacional y evitar la fuga de nuestros talentos científicos hacia países desarrollados, es necesario y urgente que aumente la inversión estatal y privada tanto en ciencia básica como aplicada. Por ello, la próxima asignación de fondos que se haga para financiar la ciencia en Chile, será determinante para el desarrollo de la investigación en ciencias básicas, llamadas también “fundamentales”, la tecnología y la innovación.
Para lograr una mayor comprensión por parte de nuestra sociedad sobre la relevancia del conocimiento científico, es clave destacar y difundir su importancia. En este aspecto, el Congreso Futuro, que anualmente se realiza en nuestro país, representa un gran aporte de la Comisión Desafíos del Futuro del Senado, pues pone a la ciencia en el lugar de privilegio que le corresponde y que requiere el desarrollo de la nación. Además, todas las charlas que ofrece están disponibles gratuitamente para todo el que quiera acceder a ellas, lo que posibilita el acceso irrestricto a los temas de frontera que se presentan.
La Academia Chilena de Ciencias ha estado y estará siempre disponible para colaborar con la Comisión Desafíos del Futuro del Senado, presidida actualmente por la senadora Ximena Rincón e integrada por la legisladora Ximena Órdenes; y los senadores: Alfonso De Urresti, Francisco Chahuán y Felipe Kast.