Compartir el conocimiento a todo Chile
Mario Ponce
Presidente Sociedad de Matemática de Chile
Expositor de Congreso Futuro en tu Comuna
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¿Recuerda usted lo primero que hace cuando recibe alguna buena noticia, oye un buen chiste o, en clave moderna, recibe un meme interesante? Luego de reír o alegrarnos, lo que la mayoría de nosotros hacemos es compartirlo con la mayor cantidad de gente posible, empezando típicamente por aquellos que nos son más queridos.
Para los científicos la experiencia descrita anteriormente no nos es ajena. Para nosotros, científicos y científicas profesionales, el hecho de descubrir algún nuevo fenómeno físico, comprender el comportamiento de un sistema complejo, predecir la ocurrencia de un inesperado prodigio de la neurociencia o simplemente resolver un intrincado problema matemático se enmarca perfectamente en lo que todos entendemos por una experiencia fascinante. Y tal como la mayoría de las personas, junto con alegrarnos con nuestro aporte al conocimiento, lo que nos inunda rápidamente es la necesidad de contarle al mundo nuestro descubrimiento. Tenemos mecanismos más o menos establecidos para ello. A nuestros colegas les contamos por medio de conferencias especializadas (que logran seguir, y solo por algunos minutos, los más entusiastas), de artículos en revistas internacionales y en reuniones de trabajo. A veces, y cada vez con más frecuencia e intensidad, estas ganas de compartir las nuevas y buenas noticias se extienden al público general, a los niños, niñas, jóvenes, personas ajenas al desarrollo de la ciencia (pero implicadas directamente tanto en los desafíos que nos mueven como en el impacto que el nuevo conocimiento pueda tener en las vidas de las personas). Dar este paso -del paper especializado destinado a los colegas- hacia una explicación que permita de manera fiel pero simple, compartir nuestra alegría y pasión por el conocimiento, en la que buscamos que alguna parte fundamental de nuestro avance se logre transmitir, en un lenguaje simple, pero que rescate la esencia, no siempre es fácil y me atrevo a afirmar que son escasos los ejemplos exitosos.
Desde hace 12 años, y como una alianza virtuosa entre el mundo político y público (por medio del Senado, a través de la Comisión Desafíos del Futuro), la academia y otros actores privados, se realiza el ya tradicional Congreso Futuro, que en casi una semana congrega a las y los más reputados científicos del mundo (sin que esto se trate de una licencia literaria ¡Son los más reputados del mundo!). El objetivo es escuchar y discutir, de primera fuente, en torno a algunos de los desafíos más apremiantes a los que la humanidad se enfrentará en los próximos años. El Congreso mismo congrega a miles de personas, de esas que llamamos público en general, tanto de forma presencial como por streaming. Si bien se trata de una actividad que roza la épica moderna, el alcance de Congreso Futuro sigue teniendo grandes oportunidades de expansión.
Desde hace algunos años, en un esfuerzo importante de gestión, se realizan actividades regionales durante el Congreso, permitiendo a personas en ciudades alejadas de la capital, tener acceso a las grandes mentes y sus ideas, en contacto con problemáticas locales y con la academia instalada en la región. Se amplía el alcance, y paradojalmente el problema se ve mayor. El interés de las personas por este tipo de oportunidades, de contenidos, de democratización del acceso a los beneficios del conocimiento, siendo uno de ellos el gozo de acompañar los procesos creativos, se hace latente e incontenible.
Una novedosa estrategia para ampliar el alcance de Congreso Futuro se viene implementando desde hace algunos pocos años. Se trata de la iniciativa Congreso Futuro en tu Comuna. Esta vez de forma no simultánea con el evento central, a lo largo del año, un contingente cada vez mayor y más entusiasta de científicos, jóvenes innovadoras, y apasionados por el conocimiento, nos desplazamos a comunas de todos los rincones del país para llevar la experiencia del acercamiento al conocimiento científico a niñas, niños y adolescentes, a sus padres, y a quien esté dispuesto a dejarse maravillar por cómo la humanidad construye su búsqueda de la verdad, su relación más profunda con los misterios tanto del mundo que nos rodea como del que construimos, para bien o para mal.
Como científico, me siento realmente afortunado y privilegiado de tener la oportunidad para contarle a mis seres queridos, a las y los niños de todo Chile, acerca de las cosas que me apasionan. No es habitual ni menos casual que cientos de niñas, niños adolescentes, quienes a pesar de sus diferencias inherentes a su diversidad, coincidan, en cada uno de los teatros, plazas, espacios públicos, con el mismo brillo en los ojos al oír una explicación de los métodos de la Inteligencia Artificial y su relación con la matemática, al programar un robot, al observar el cielo profundo.
Congreso Futuro en tu Comuna nos permite, a la comunidad científica y a las y los chilenos, reunirnos a lo largo de todo el país, en toda época del año, en torno a esta virtuosa maravilla de saber, de saber que sabemos, de saber cómo sabemos y de saber que todos podemos acceder al conocimiento, y por qué no, ser protagonistas de su creación.