Francisco Chahuán / Eduardo Rodríguez Guarachi

Prospectiva para Chile

Política Comercial y Prospectiva para Chile

 

Senador Francisco Chahuán
Presidente de la Comisión Desafíos del Futuro 2022

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Eduardo Rodríguez Guarachi
Abogado, académico y ex embajador de Chile

 

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Desde los años 90, Chile ha experimentado una exitosa política de intercambio comercial con buena parte del resto de los países del orbe. En 1991, los aranceles fueron reducidos a un 11% y, en 1998, el Parlamento aprobó una nueva reducción de 5% en un plazo de cinco años, resultando así un arancel uniforme de 6% para todos los países con los cuales Chile no posee acuerdos de libre comercio. Pasados 30 años, los resultados de dicha política son claros: 36.135 millones de dólares en exportaciones no cupríferas al 2019 (las cuales constituían un 52% del total de exportaciones totales del país), de las cuales 1.279 millones constituían servicios. Así las cosas, Chile tenía acceso a un mercado de más de 4.900 millones de personas, gracias a una de las redes de TLC más grandes a nivel mundial. Del mismo modo, desde ese período, Chile ha sido anfitrión de una gran cantidad de cumbres internacionales en su capital y en otras ciudades, destacando la realización de la Cumbre de la Alianza del Pacífico durante la administración del presidente Piñera y la elección del país para ser anfitrión de la cumbre APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) durante el año 2019.

 

Una característica de este proceso de integración comercial con el mundo ha sido su carácter gradual y sostenido a lo largo del tiempo, ejecutado como política de Estado trascendiendo las distintas administraciones del período democrático. Desde 1997, Chile ha concretado Tratados de Libre Comercio (TLC) con las principales economías mundiales (Estados Unidos, Canadá, entre otros). A lo anterior, se suman los Acuerdos de Complementación Económica (ACE) alcanzados con naciones principalmente del bloque latinoamericano.

 

Entendida como una política de Estado es que se logró avanzar en la búsqueda y apertura de mercados externos para asegurar el desarrollo de nuestras exportaciones, la eliminación de barreras y la promoción de exportación de nuestros bienes y servicios, constituyendo el tenor de los gobiernos a lo largo de los últimos treinta años. En este sentido, se hace necesario pensar la política comercial en prospectiva para dar un gran salto que considere el porvenir de los mejores escenarios futuros para nuestro país.

 

El advenimiento de la pandemia generó una contracción en el proceso de apertura comercial, tanto en Chile como en el resto del mundo. Sin perjuicio de lo anterior, el advenimiento de gobiernos populistas en la región ha puesto en jaque la sostenibilidad de un área del quehacer público que tradicionalmente debe ser pensada en el largo plazo. Un punto de partida para enfrentar esta crisis es la agilización de convenios de alta importancia que, a la fecha, se encuentran en camino, como el de Modernización Acuerdo de Asociación Chile –UE, el Acuerdo Alianza del Pacífico y Asociados, la Profundización del Tratado de Libre Comercio Chile – Corea del Sur y la Modernización del Acuerdo de Asociación Bilateral Chile – Reino Unido. Estos nuevos regímenes representan un avance de instrumentos ya existentes; su adecuada tramitación es fundamental para mantener y consolidar una política sostenida que ha explicado, en buena parte, el enorme desarrollo que ha vivido Chile en los mejores treinta años de su historia.

 

Este es el momento de identificar, tempranamente, aquellos aspectos que pueden tener un gran impacto social, tecnológico y económico en el futuro. Dejar la sobre ideologización del debate que había impedido avanzar en la ratificación del TPP11 (CPTPP), cuyo acuerdo fue aprobado en el Senado por 27 votos a favor y 10 en contra. Un convenio que a estas alturas debería tener unanimidad. 

 

Por esto, es menester para Chile concentrarnos en el largo plazo, definir consensos sobre las prioridades del país y la visión compartida de un futuro común. Esto lo estamos abordando en la mesa de trabajo para una estrategia y prospectiva para el país desde la Comisión Desafíos del Futuro del Senado. Es ahí donde esperamos generar una propuesta transversal de una nueva institucionalidad estratégica que ponga el foco en áreas con oportunidades y potencialidad para nuestra nación como lo son nuestras relaciones económicas internacionales, entre otras. No cabe duda que necesitamos fortalecer una capacidad pública de análisis de escenarios globales para los desafíos que tenemos hoy.