Urgencia para Chile: Hacia dónde y qué temas debería abordar la prospectiva
Senador Francisco Chahuán
Presidente de la Comisión Desafíos del Futuro 2022
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Paola Aceituno
Académica UTEM, investigadora. Centro de Estudios ProspectivaChile.
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Aunque no lo creamos, en varios países de Latinoamérica el gasto público ha aumentado año a año. Sin embargo, las ineficiencias cuestan -en promedio- un 4,4 % del PIB, lo que bien gestionado, podría eliminar la pobreza extrema de toda la región. Chile es uno de los mejores países administradores de sus fondos públicos, no obstante, la percepción social del impacto de este gasto no es concordante con ello. Son diferentes las explicaciones a este problema, por una parte se atribuye a la actividad del quehacer político; por otra, al desvío de recursos a intereses particulares del gobierno de turno y también, a la percepción de la falta de eficiencia y transparencia en la administración del Estado. Sin perjuicio de que nuestro país lleva la ventaja en todos los puntos anteriores, aún así, los problemas de gobernanza y desafección política ciudadana han repercutido en la paz social y el desarrollo humano.
Una de las formas de avanzar hacia la disminución de estas brechas tanto en Latinoamérica como en Chile, es involucrar a la comunidad en la creación de políticas públicas y en la adopción de una visión de largo plazo para la toma de decisiones, esto es, permitir que la comunidad se encargue de diseñar su futuro, entregando una guía para los gestores públicos y autoridades, y también, para los candidatos presidenciales a través de sus programas de gobierno.
Por ello, la recomendación constante realizada por organismos internacionales, en base a la experiencia de países con altos niveles de desarrollo, es incorporar la prospectiva en las políticas públicas, permitiendo que la sociedad y la política, puedan poner como centro, una cultura de pensamiento de largo plazo y anticipación. Entre quienes la han adoptado en sus distintos niveles y procesos se encuentra Finlandia, país que -desde 1993- cuenta con una Comisión de Futuro, la que se sostiene principalmente en una articulación social y de trabajo político con su parlamento; así también, Singapur que – desde 2009- cuenta con el Centre for Strategic Futures; Canadá, con el Policy Horizons, creado el 2010; Francia con France Strategy, 2013, y los Emiratos Árabes Unidos, con el Future Foresight Strategy, por nombrar algunos.
Esto ha permitido generar una mayor cohesión social, al proyectar un rumbo compartido y alcanzar políticas públicas de calidad.
En este contexto, Chile requiere no sólo una disposición política y social para impulsar y reconocer las fortalezas de largo plazo, sino que además, reflexionar sobre la cristalización de una estructura encargada de la función prospectiva en nuestro país, que apoye u otorgue el marco para la gestión del Estado, garantizando un mayor énfasis en puntos tales como: analizar y apoyar procesos prospectivos para los territorios, coordinar diferentes unidades de planificación y prospectiva, gestar y promover una visión de largo plazo nacional, motivar una cultura de alfabetización de futuro, y proveer de las condiciones y capacidades para que la sociedad construya su futuro.
En este camino, la Comisión Desafíos de Futuro del Senado está impulsando no solo la difusión de tecnologías y de la innovación, si no que -apoyado por los cinco senadores de la Comisión (presidida por el suscrito e integrada por las senadoras Ximena Rincón y Ximena Órdenes, y por los senadores Kenneth Pugh y Luciano Cruz-Coke), ha iniciado una mesa de trabajo transversal, a la que se ha pedido, entregue las bases de un proyecto de Ley para crear una institucionalidad prospectiva, cuyo documento final será entregado al Presidente de la República para su análisis y posible patrocinio.
Ante la alta incertidumbre de cómo enfrentar nuevas problemáticas de escasez, cambio climático, avance tecnológico y cambios sociales, es urgente y necesario, generar condiciones para un cambio cultural de la sociedad hacia el pensamiento de futuro, con ejes claros y concretos, tales como: la aspiración a la reducción de la desigualdad, mejoramiento de la gestión del gasto público y el desarrollo sostenible; todos desafíos que implican que la función política transite hacia un rol de consenso, que procure el equilibrio en la distribución de poder, entre actores con diferentes objetivos y preferencias.
Reflexionamos entonces que hoy vivimos sobre las decisiones tomadas en el pasado, por lo que es hoy el momento de tomar mejores decisiones para gestionar satisfactoriamente nuestro futuro. Chile y la sociedad nacional debe avanzar en incorporar la anticipación y la gestión de su futuro, asumiendo una responsabilidad con las generaciones actuales y las que vienen, con el propósito de que el desarrollo se encamine de la mano de las aspiraciones sociales, pero conscientes del rol que jugamos en la construcción de nuestro futuro.