«Con la inteligencia artificial tenemos que ir muy rápido. Nunca vamos a estar por delante de ella (…) Tenemos que correr, avanzar y no parar para poder estar a la altura de las realidades y necesidades que nos exige la IA y del camino que recorren los ciberdelincuentes para aprovechar eso (…) Tenemos que entender que si paramos, estamos muertos».